El músico intentó justificar sus dichos diciendo que estaba haciendo "un ejercicio teatral" de ponerse en lugar de un abusador.
Gustavo Cordera está en el centro de la polémica por sus declaraciones en la charla que ofreció el lunes a estudiantes de periodismo de TEA Arte, de la ciudad de Buenos Aires.
Después de decir que "hay mujeres que necesitan ser violadas para tener sexo", el músico aseguró ayer que se siente un "pelotudo" y destacó que fue "sacado de contexto" porque sus expresiones fueron vertidas durante una especie de "psicodrama" ante alumnos de periodismo, pautado para no ser difundido.
Sus dichos fueron repudiados por el Consejo Nacional de la Mujer, desde donde adelantaron la posibilidad de denunciarlo penalmente, y también por el Instituto Nacional contra la Discriminación, Xenofobia y el Racismo (Inadi), que consideró como "discriminatorios en su máximo grado" los comentarios del músico y posiblemente constituyan un "delito de acción pública, por apología del delito". Por esa razón comenzaron a suspenderse shows en el país, entre ellos el de Rosario que estaba planeado para el 24 de septiembre.
¿Qué pasó?, le preguntaron. "Tuve la ocurrencia de teatralizar distintos personajes. Ponerme en el lugar, de si está el abusado, para decirlo de alguna manera, ponerme en la cabeza de un tipo que fue un abusador".
Entonces se le aclaró que no era un ejercicio teatral. "Es que yo soy un artista. Vivo haciendo ejercicios teatrales con distintos personajes. Toda mi obra representa a toda la experiencia humana. Fue una sorpresa para mí ver la reacción de los chicos porque no entendieron lo que yo estaba haciendo... pero para nada lo entendieron. Y yo me di cuenta, en ese momento, que me había mandado una gran cagada. Y vi lo que despertó. Estoy en un momento de mucha tristeza y lo único que me queda es pedir perdón. Estoy siendo amenazado de muerte, yo y mis hijas, por mucha gente que amenaza con violar a mis hijas. Vean las redes, las llamadas telefónicas y demás. O sea, hay una fuerza muy poderosa que se despertó, que yo desperté de una manera absolutamente inconsciente. Jamás abusé de nadie, jamás estuve en un evento de violación".
Acerca de qué dijeron sus hijas, respondió: "Me preguntaron qué había pasado, qué estaba sucediendo. Y yo les conté un poco. Una de ellas me dijo: "Pero papá, sos un pelotudo. Si la gente no te va a entender, ¿por qué hablás con ese lenguaje? ¿Por qué hacés esas cosas? Ya sos grande'. Y sí... soy un pelotudo".
E intentó justificarse una vez más. "Si fueran declaraciones, no hay ningún contexto... Si realmente es una declaración, es condenable en cualquier tipo de contexto, aunque sea estando voy y yo solos sin que no nos escuche nadie. El tema es que no hubo una declaración, fue una teatralización".
Fuente: La Capital
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