La Patrulla Espacial se planta en este 2017 con un nuevo y muy interesante disco "Sobredosis", mientras Zelen repasa su gusto por el pop y rock con aires de los 80 en su flamante trabajo "Nuevos aires".
Tercer disco de este cuarteto de patagónicos que se formó en La Plata y que en esta ocasión mezcla su hard rock con sonido valvular, mezclado con el soul de los 70, psicodelia, pop y rock de los 80 en trabajo muy interesante que ya se apunta entre los mejores del año y que anuncia un 2017 cargado de interesantes novedades por parte de la escena indie-emergente.
El grupo esta formado por Werner Schneider en bajo y voz, Lucas Borthiry en guitarra y voz, Tulio Simeoni en batería y Fernando Naon en guitarra rítmica, y en este disco contaron con la ayuda de Emanuel Manso desde la consola.
La primera canción “Que no pare” sorprende porque su estructura vocal recuerda claramente a las voces de grandes grupos de soul de los 70 como Earth, Wind and Fire y otros, mientras que un colchón de teclados y las trabajo de guitarras marcha en un tempo progresivo. La segunda canción “Sobredosis” arranca con un buen riff y se convierte en un buen blues psicodélico cargada de climas, una voz procesada que recuerda los mejores trabajos de las bandas argentinas de rock de los 70.
“Alas de metal” lleva el nombre de una canción de heavy y arranca con un interesante riff de la guitarra en formato stoner saturado, aunque el bajo y la base le ponen un tempo más modernoso, new wave de los 80 y la canción se convierte en un viaje, en una maquina viajera con una larga intro instrumental hasta que aparece la voz. “Corazón de fuego” tienen un formato más ’80 de new romantic, elegante y cuidado, pero con la diferencia de que la guitarra lleva el protagonismo con un buen volumen, un interesante solo, cubierto por los teclados.
“Trueno blanco” tiene un arranque de hard rock estilo Deep Purple o los primeros discos de Kiss, con interesante duelo de las guitarras y los teclados, y un interesante trabajo de la voz. En “Nocturno” vuelve el clima de rock cósmico, con buenos arreglos de voces y un gran trabajo en tono progresivo que recuerda lo mejor de la Alice Cooper Band en los años 70 y que se cierra con un notable solo de la guitarra.
“Ecos de Neón” abre con una base bien 80, por el tempo del bajo, el beat de la batería, la guitarra que va metiendo acordes, mientras que la letra se va poniendo oscura, trayendo climas más dark, mientras las guitarras comienzan a ocupar más lugar, suben el volumen y se suman un os interesantes arreglos de cuerdas.
“Pétalos negros” vuelve al formato más psicodélico, con muchos teclados, una guitarra progresiva como base y encima una que riffea en estilo hard rock aunque la canción se acerque el ritmo de balada.
Este muy buen disco se cierra con “Vértigo”, bien lenta, con la guitarra lamentándose y sufriendo, mientras la base suena firme y segura, con un interesante aporte de la guitarra en el medio acompañada de las cuerdas.
Fuente: Télam
0 comentarios:
Publicar un comentario