El delantero dejó que las "desprolijidades" personales opacaran lo que todo el mundo esperaba ver de él: goles
Daniel Osvaldo es un gran jugador de fútbol, de eso no caben dudas porque su carrera así lo indica. Pero su comportamiento poco ortodoxo fuera de la cancha lo convirtió en un personaje conflictivo y totalmente mediático.
La vida privada del delantero paso a ser pública luego de su primera llegada a Boca, club que lo recibió con gran ilusión. Pero su ruptura con la actriz Jimena Barón y los constantes rumores de engaños, sumados a la aparición en escena de la cantante Milita Bora determinaron la partida del atacante, que prometió volver.
Y lo hizo, sólo que con un aparente perfil "más bajo". Osvaldo cerró sus cuentas de Twitter e Instagram, pero apenas llegó al país se reconcilió con su ex, Jimena Barón. Esto volvió a colocarlo en el centro de la escena. Incluso aparecieron fotos suyas bastante subidas de tono y el vaso rebalsó en la institución xeneize.
Pero su vida de "desprolijidades" se remonta a tiempos anteriores: el polémico atacante tiene cuatro hijos con tres mujeres distintas, y ha tenido problemas judiciales por todos ellos.
El primero de sus hijos, Gianluca, nació fruto del amor con Nina Oertinger: ella lo denunció en televisión por incumplimiento y lo acusó de "abandonar" a su hijo y no viajar a verlo.
Durante parte de su estadía en Europa, el futbolista estuvo seis años en pareja con la italiana Elena Braccini, con quien tuvo a Victoria y María Helena.
Y en 2014 nació Morrison, hijo del delantero y Barón. Durante la separación, la actriz acusó públicamente a Osvaldo de no ver a su hijo, algo que su abogado relató con lujo de detalles.
El segundo y probablemente último ciclo de Osvaldo en Boca terminó abruptamente. Lamentablemente, su comportamiento extra futbolístico opacó lo que todos esperaban ver: goles.
Fuente: Primicias Ya
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