Con el regreso del kirchnerismo, se vienen las expropiaciones masivas

A las palabras de Juan Grabois sobre la expropiación de campos se suma el empapelamiento que una agrupación kirchnerista realizó en viviendas de la Capital Federal pidiendo "expropiación ya". El peligroso antecedente de 2011, cuando la expropiación compulsiva fue parte de la agenda kirchnerista en el Senado.


El proyecto de Grabois

Luego del domingo 11 de agosto, pareciera que la Argentina estuviera viviendo en un “deja vú” constante, personajes que creíamos que no tenían chances de volver, pero vuelven; situaciones que parecían haber quedado atrás, que regresan; y consignas que pensábamos pertenecían al pasado, pero que parece que se vuelven a plantear.
Este pareciera ser el caso de Juan Grabois que propone realizar una “reforma agraria” en la que “nadie pueda tener más de 5.000 hectáreas” entre otras medidas que según él, le propondrá a Alberto Fernández en caso de resultar electo.
El autoproclamado dirigente social, referente del Frente Patria Grande y con línea directa, nada más y nada menos que a Jorge Bergoglio, el Papa Francisco, realizó estas manifestaciones, a través de un Facebook Live de su página oficial en un segmento denominado “Con argumentos y explicaciones” que dura aproximadamente unos 20 minutos.
Utilizando términos totalmente anacrónicos como “cipayos”, “periodismo patrullero con gorra policial”, “oligarquía”, “monocultivo”, “expropiación” o “agrotóxicos”, expone los lineamientos de esta reforma agraria.
Cinco puntos
Para Grabois la reforma agraria es “una tarea inconclusa de nuestro país, que algunos señores oxidados tildan de una idea pasada de moda, que atrasa”.
Concretamente expresa que si bien no hay un fuerte consenso en el Frente de Todos, si lo hay dentro de los movimientos sociales.
Estamos absolutamente convencidos que sin una reforma agraria la Argentina es inviable”, dice.
En este sentido, plantea cinco propuestas que según él “son del más estricto sentido común, que implican, en primer término, necesariamente la redistribución de la tierra”.
De acuerdo a esta primera propuesta de Grabois “no puede haber en la Argentina nadie con más de 5.000 hectáreas. Esas extensiones de tierra son injustas y no pueden ser posibles en nuestro país”.
“La tierra debe ser de quien la trabaja”, subraya.
Explica que esta “redistribución” se lograría a través de la expropiación, que según el dirigente, sería de unas 50.000 parcelas “para poder entregársela en propiedad a los pequeños productores y sean dueños de su tierra”.
Sugiere que habría que pagarles a los propietarios legales de esas tierras, el precio de mercado en un proceso de pago de 20 años.
Una segunda propuesta, sería crear 100 polos agroecológicos, que consistirían en “extensiones de tierra medianas de entre 40 y 50 has, que permitan producir con bioinsumos, que no son parte del paquete tecnológico de esos monstruos como Monsanto, para poder producir sin agrotoxicos (sic)”.
En tercer lugar propone integrar a los “neorurales” que describe como “la pibada de los barrios que empieza a tomar contacto con la naturaleza a partir de talleres de agroecología”.
De esta manera, según él, se debería apuntar hacia una transición para que los pequeños productores vayan dejando los “agrotoxicos” y adopten los bioinsumos.
Una cuarta propuesta es “entregar de una vez y para siempre los títulos de propiedad comunitaria a las 1500 comunidades originarias relevadas en Argentina y relevar las que faltan”.
Y una quinta medida, sería sancionar leyes de protección de los cinturones verdes u hortícolas.
Según Grabois “no es algo que se toma en Venezuela o Corea del Norte, sino que Londres o Sidney tienen este tipo de leyes”.
“Esto implicaría que en los cinturones de la ciudades se puedan desarrollar cinturones hortícolas verdes para que no haya una expansión de proyectos inmobiliarios para ricos”.
Según Grabois si su proyecto es adoptado por el gobierno de Alberto Fernández, se lograría una “vuelta al campo de por lo menos unas 200.000 personas”.
Luego de escucharlo, queda flotando una sola pregunta: esto que plantea Grabois es ¿lo que vendrá?….
El Facebook Live original al cual ya no se puede accerde:
https://www.facebook.com/GraboisJuan/videos/2381485305441588?sfns=mo
A continuación, framentos del Facebook Live grabado por Juan Grabois, ya que el original de,  aproximadamente 20 minutos, fue eliminado de la cuenta del dirigente:

Las viviendas empapeladas en Capital Federal


Integrantes de la Consejería de Viviendas, Proyecto 7 y Amigues de la Calle empapelaron viviendas ociosas de la Ciudad de Buenos Aires con la leyenda “No faltan viviendas, faltan derechos”. Solicitan la expropiación de aquellos inmuebles que estén sin uso y no sean destinados a la habitabilidad.
El afiche añade: “Viven hoy en la calle 7.251 (son datos del censo no oficial de gente en situación de calle, hecho por entidades civiles; para el GCBA son cerca de 1.146 este año), 2.273 que perdieron el trabajo, 871 niñxs ¿cuántxs podrían vivir acá? Ni casas sin gente, ni gente sin casas: Expropiación ya”.
Semanas atrás, el Instituto de Vivienda de la Ciudad de Buenos Aires (IVC) informó que en la CABA hay 138.328 viviendas ociosas, según la conclusión de un estudio en base a consumo eléctrico. Antes, por datos de censos, se creía que superaban las 300.000.
Estas tres entidades, que trabajan sobre vivienda y situación de calle, emitieron este comunicado: “La crisis habitacional en CABA no es algo nuevo y se agrava por su crecimiento exponencial. Sin embargo, en 2019 el presupuesto para vivienda fue un 8% menor al año anterior, recorte que no sufrieron la publicidad o las fuerzas represivas. Para Rodríguez Larreta, no es tanta la gente que vive en la calle, sino que muchas y muchos vienen a CABA a “pasar el día”. El censo del gobierno porteño dice que son 1.146 personas que viven en las calles, cifra mucho menor a las 7.251 que arroja el 2° Censo Popular de Personas en Situación de calle. Es alarmante saber que de ellxs, 871 son niñas y niños”.
“El IVC y el Min. de Desarrollo Humano y Hábitat están lejos de brindar soluciones a esta problemática, no aportan propuestas concretas, por lo que el drama de los desalojos aumenta día a día acrecentado por la crisis económica y la voracidad del mercado inmobiliario. A su vez, la desregularización total de los alquileres y la falta de acceso a la vivienda definitiva, hacen que hoteleros e inmobiliarias planteen sus propias reglas, con el visto bueno del estado. En el marco de la deuda con el FMI, inmuebles y tierras públicas que pudieran tener un fin social, son rematados para obtener las migajas a que los compran los grandes terratenientes urbanos. Creemos que todo este panorama no hará más que aumentar la población que carece de un derecho tan básico como un techo, y que ya es momento de actuar para revertir estas injusticias. La crisis golpea muy duro a la clase trabajadora, que ve amenazado su trabajo, su salud, su vivienda”.
“Recientemente, el IVC junto a organizaciones, Defensorías y ONGs han relevado 138.328 casas ociosas. Entendemos que es un primer paso para evaluar medidas impositivas que desalienten la existencia de viviendas vacías. Sin embargo, ante el panorama de crisis habitacional que describimos anteriormente, creemos que son necesarias medidas decisivas y urgentes, como pueden ser la expropiación de casas tapiadas y la garantía de su uso social en caso de ser del estado (incluso las de herencia vacante). ¿De qué valen sólo las medidas a largo plazo si cada año son más lxs muertxs por el frío, más lxs niñxs en la calle, y se siguen a la intemperie una nueva ola de desocupadxs por la crisis? Por eso consideramos necesario visibilizar la crisis social en la que nos encontramos, en contraste con la disponibilidad de terrenos y casas ociosas ¿Cómo es posible que haya personas sin casa en la misma calle donde hay casas vacías, a la espera de una revalorización de sus precios? Hoy nuestra propuesta es instalar esta reflexión en el ideario común, que todxs empecemos a preguntarnos qué significa el derecho a la vivienda y preguntarnos ¿casas para la gente o casas para el mercado?”.
“Por ello empapelamos casas y terrenos tapiados, demandamos al estado una propuesta de medida urgente ante esta crisis social: que no haya ni casas sin gente, ni gente sin casas. Por la expropiación de la vivienda y tierra ociosa, para apostar a un modelo de alquiler y vivienda social, con control popular sobre la regulación de precios de la renta y sobre el destino de la tierra y la vivienda de la ciudad. El estado es responsable”, concluye el comunicado.
El recuerdo del proyecto expropiatorio de 2011 (extraído de un artículo del 29/11/2011, días antes del inicio del último mandato de la expresidenta)

Si se mantiene el estilo de comunicación, el plan podrá llamarse “Tierras para todos”. Por estos días, el hermetismo de la Casa Rosada se replica en el Congreso: los diputados del Frente para la Victoria sostienen que una vez que recuperen el control de la Cámara la actividad será “intensa” en iniciativas para “profundizar el modelo”, sin mayores precisiones. Los proyectos irán llegando cuando Cristina Kirchner lo disponga, con el factor sorpresa como componente ineludible, y hasta el momento no dio demasiados indicios. Así y todo, los referentes coinciden en que hay una “necesidad” que el año próximo será abordada: un proyecto que procurará darle solución al déficit de viviendas, al que consideran uno de los principales temas pendientes.
En este momento la iniciativa está en estudio, con borradores e ideas “circulando” por los despachos del Congreso y ministerios del Ejecutivo. “Muchas familias tienen plata en el bolsillo para construir,les falta la tierra . Se ve en la cantidad de pisos en las villas. Tenemos que sacar una ley que agilice las expropiaciones a nivel provincial y municipal”, aseguró a este diario uno de los principales diputados del oficialismo. Otro insistió en brindar créditos a tasas bajas y a largo plazo, destinado a jóvenes o inquilinos. Y un grupo impulsará la “Ley de Fomento para el Desarrollo del Suelo Urbano” del Movimiento Evita: Edgardo Depetri, Juliana Di Tullio y Adela Segarra, entre otros, presentarán esta semana el anteproyecto que buscará el aval de la Presidenta para tratarse el año próximo.
Los impulsores de la iniciativa estimaron en 2.000.000 “como mínimo” la cantidad de lotes para construir viviendas necesarias para empezar a solucionar el problema. Otros relevamientos calcularon que el déficit habitacional afecta a más de tres millones de hogares , unas 9,7 millones de personas, y que 8 millones alquilan. A su vez, los muertos por los desalojos a las tomas de terrenos y la represión a comunidades indígenas potenciaron la visibilidad pública de la cuestión: el asesinato de Cristian Ferreyra en Santiago del Estero se sumó a la serie de Formosa, Jujuy y el Parque Indoamericano, en la Ciudad de Buenos Aires.
“En el interior hay casos puntuales o el tema de los pueblos originarios. El gran problema es el conurbano, no hay tierras suficientes para relocalizar a los pobladores de las villas. El 70% son del interior, y una parte aceptaría volver”, planteó ante Clarín una diputada oficialista interiorizada en la problemática, y consideró necesaria una ley que permita la expropiación “más ejecutiva” : aun con la incertidumbre sobre si el Gobierno podrá disponer de fondos para ese fin en el contexto del año próximo, mencionó a la ANSeS como posible fuente de financiamiento. “También hay tierras fiscales, aledañas al ferrocarril o con infraestructura ociosa. Las hectáreas abandonadas, sin alambrado, mejoramiento y pago de impuestos, podrían ser sujetas a expropiación sin pago”, adelantó, y agregó la necesidad de crear un banco de tierras –con información sobre lotes disponibles-, un registro de postulantes y establecer una “coordinación integral” entre las provincias y los municipios, a partir de una ley nacional marco.
El kirchnerismo, que recuperará la mayoría en diciembre, no tendrá obstáculos para aprobar el plan y para lanzarlo analiza su viabilidad y que no genere resistencias. Tal vez en ese sentido desde el Movimiento Evita prefieren evitar la palabra expropiación. La iniciativa propone la creación de fideicomisos para comprar parcelas rurales linderas a cascos urbanos, con mayor facilidad para acceder al redes de servicios. “Esas hectáreas valen, como máximo, US$ 30.000. Comprás al que te vende. Y se divide en 30 lotes, a US$ 1.000 cada uno. Dotarlas de servicios requiere de 8.000 pesos más”, contó a Clarín un encargado de elaborar el anteproyecto. El plan incluiría créditos para financiar esos 8.000 pesos y parte de la construcción.
Con el paso del tiempo, podemos entender que este proyecto no se dio no por falta de voluntad de los dirigentes kirchneristas, sino porque las condiciones sociales no lo ayudaron. Pero, en caso de ganar en octubre, con el viento a favor de los primeros meses de gestión y la abrumadora mayoría en ambas cámaras, nada le impediría al kirchnerismo lanzarse a la apropiación de casas y campos.
Fuentes:
Agro Verdad (nota sobre Grabois)
Pura Ciudad (nota sobre las casas empapeladas en CABA)
Clarín (Nota de Noviembre 2011)
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