La Comisión de Víctimas de Milagro Sala brindó una conferencia de prensa donde cada uno de ellos contó el calvario que les tocó vivir con maltratos, golpes y amenazas de la dirigente social.
En el día en que se lleva a cabo la última audiencia del primer juicio oral y público contra Milagro Sala en el que se la juzga por el escrache al Gobernador Gerardo Morales en 2009 (entonces Senador Nacional) en el Consejo Profesional de Ciencias Económicas.
Ese día, un grupo de militantes de la Tupac Amaru agredieron a huevazos a Morales y al titular de la AGN, Leandro Despouy, además de realizar múltiples destrozos en el lugar. Si bien Milagro Sala no estaba presente en esa oportunidad, ex seguidores de ella que sí participaron del escrache aseguran que ella fue la instigadora.
Si bien este juicio no está relacionado directamente a la causa por la que Sala es juzgada en esta oportunidad, da una muestra de lo que era el accionar violento que la dirigente social ejercía sobre su propia gente “para que no se desvíen del camino”.
Las víctimas de Sala que convocaron a una conferencia de prensa en un hotel céntrico dieron cuenta de sus vivencias y sus relatos desgarradores lograron conmover a todos los presentes. Muchos de ellos se quebraron hasta las lágrimas en medio de sus relatos donde daban cuenta del maltrato y los golpes que recibían por parte de la dirigente social.
En la oportunidad, uno de los integrantes de esta comisión, Víctor Mendoza, aclaró que “con respecto a los dichos de algunos diputados nacionales que dijeron que en Buenos Aires nos recibió el diputado Axel Kicillof, nosotros lo desmentimos categóricamente, ni siquiera lo llegamos a ver, ni siquiera lo llegamos a ver, pero sí nos ha escuchado la Comisión de seguridad de la Cámara de Diputados de la Nación, por lo tanto desmentimos lo que el señor diputado expresó”.
Luego comenzaron los relatos desgarradores de cada una de las víctimas. Carmen Rosa Fernández, una de ellas, comentó a la prensa que “hay miles de personas atrás de nosotros que todavía no se animan a hablar porque tienen miedo, pero nosotros también hablamos en representación de esas personas. Mi hija, mi yerno, nieto de seis meses y yo sufrimos un atentado de la señora Milagro Sala en nuestra familia, mi hija fue golpeada en noviembre del 2009, ella se encontraba en el playón de la Tupac entregando unas carpetas de viviendas”.
“Fueron a sacar a mi hija del domicilio, la lleva al playón haciendo violación de domicilio, la llevan con mi nieta en los brazos, luego se la arrebatan y la llevan al museo. Allí pregunté adónde llevaban a mi hija, Milagro ya la tenía como jueza junto a toda su gente, estaban todos sentados como indios y mi hija exponiéndose a los insultos y agravios de Milagro Sala, luego me acerqué y me pusieron una silla al lado de mi hija, la insultó y la maltrató y le decía que le pida perdón. Mi hija le decía ‘¿por qué te tengo que pedir perdón si yo no te hice nada? Si querés que te devuelva la vivienda, yo te la devuelvo, Milagro’. Eso fue suficiente para que Milagro sala se levante y empiece a darle golpes de puño y rodillazos en todo el cuerpo a mi hija hasta que empezó a sangrarle la cara”, dijo.
Fernández además señaló que “en el otro costado estaba un grupo de militantes y seguidores de ella golpeando y pateando a mi yerno. Este caso quedó impune, pasó a manos del juez Aróstegui y después al juez Nieva. Hasta el día de hoy el caso está impune y ella salió como si no hubiera hecho nada, por eso pedimos justicia”.
“En todo el Gobierno anterior se cerraron las puertas, yo la peleé sola, no dejé que le quiten la vivienda a mi hija, pedí que me ayuden pero nadie estaba al lado nuestro, todos hacían oídos sordos. Hoy en día, gracias a Dios se están abriendo todas las puertas, está toda la prensa, yo creo que no es tarde, se tiene que hacer justicia y se tienen que reabrir todas las causas, esto no puede quedar impune”, sostuvo.
Otra de las víctimas de Milagro Sala, Rosa Moya, manifestó que “en el año 2007 yo era presidenta del Centro Vecinal de Villa Belgrano, hubo un asentamiento en ese entonces y nosotros teníamos un terreno destinado a la escuela de Villa Belgrano, nosotros con un grupo de vecinos fuimos a defender ese terreno. Luego de que defendimos ese terreno, fue un grupo de personas de Milagro Sala a mi domicilio a decirnos que ‘nos van a hacer mierda’, ese grupo de personas me amenazó, me querían quemar la casa, yo defendía la parte de abajo y se subieron cinco hombres a la parte de arriba y amenazaron a mis hijos con armas de fuego, la pasé muy mal”.
“Hice la denuncia y nunca tuve respuestas hasta hoy, con este Gobierno, que creemos que vamos a tener justicia. Estuve amenazada por seis meses, me apuntaron con armas de fuego, amenazaron a mis hijos, me decían que me iban a ‘hacer boleta’, no podíamos vivir en paz. En ese momento el juez Aróstegui”, puntualizó.
Por su parte, María del Carmen González, dio cuenta de que “esta señora para quitarme mi vivienda inventó cosa porque yo estaba en una lista, ella quería que yo piense como ella, yo jamás pertenecí a la Tupac, yo la conocí porque yo le daba de comer, ella (por Milagro Sala) era una muerta de hambre, era una pobre mujer que una le tenía tanta lástima y después nos pisoteó como quiso”.
“Me tocó que ella me diera la casa y después me la sacó porque yo estaba en una lista del SEOM ya que yo soy municipal y no quería que yo tenga las ideas que yo tengo, ella quería imponer sus ideas; yo hago lo que me parece correcto y no lo que nadie me diga. Como yo estaba en la lista del ‘Perro’ Santillán ella empezó a perseguirme, a amenazarme de muerte, hasta que me quitó la casa, puso droga en mi casa, golpeó a mis hijos, la ramearon a mi madre, son unos sinvergüenzas”, indicó.
Finalmente, Federico Maximiliano Gutiérrez dio también su testimonio en el que comentó que “aA mí también Milagro Sala me trató muy mal, me pegó en la cabeza y tengo dos operaciones complicadas en la cabeza producto de eso. Yo antes de trabajar como sereno en la Tupac trabajaba en obras y allí yo me jodí la cintura y ella nunca hizo nada”.
“En una oportunidad, cuando yo estaba de sereno, se perdieron objetos de valor en tres o cuatro casas, y la Milagro nos mandó a llamar a los serenos a la sede en la calle Alvear y nos dijo ‘bueno muchachos hablen’, yo levanté la mano respetuosamente y le pregunté de qué quería hablar, allí se acercó Milagro Sala a mi persona y me dijo ‘¿qué levantás la mano, la puta quie te parió? ¿yo te dije que levantés la mano?’ y me pegó con un pedazo de madera en la cabeza”.
Fuente: Jujuy Al Momento
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