Por qué los Testigos de Jehová no pueden tener amigos ni participar en fiestas

La opresiva y peligrosa secta de Los Testigos de Jehová son adoctrinados para creer que son el único pueblo escogido por Jehová Dios. 


Al igual que el pueblo de Israel bíblico, ellos consideran a los que no son de su religión como “mundanos”. Esto significa que un testigo de Jehová debe evitar tener amistades con personas que no pertenecen a su organización. A los niños se les exhorta a no participar en fiestas y actividades deportivas en sus escuelas. Los adultos también son exhortados a evitar compañerismo mundano en los ambientes laborales. Y no es que aquí estamos exagerando, usted puede verificar estas directrices leyendo la literatura de los Testigos de Jehová. Por supuesto, ellos tienen tener cierto contacto con los mundanos para su obra de puerta en puerta (el llamado servicio del campo) y así ganar adeptos para su organización. Leamos lo que dice una porción de un artículo de la revista La Atalaya del 2006:

9 Por otro lado, ¿deberíamos entablar amistad con quienes tal vez son limpios en sentido moral pero no tienen fe en el Dios verdadero? Las Escrituras nos dicen que “el mundo entero yace en el poder del inicuo” (1 Juan 5:19). En otras palabras, las malas compañías no son solo las personas inmorales o permisivas. Por eso, lo mejor es tener amistad íntima únicamente con quienes aman a Jehová.

10 No podemos aislarnos por completo del mundo ni tampoco es necesario hacerlo (Juan 17:15). Lo cierto es que los cristianos participamos en el ministerio del campo, vamos a la escuela o trabajamos, y para realizar estas actividades debemos entrar en contacto con el mundo. Además, quienes están casados con no creyentes quizás tengan que relacionarse con el mundo más que otros. No obstante, si hemos entrenado nuestras facultades perceptivas, sabremos que una cosa es tener contacto limitado con el mundo por necesidad y otra muy diferente es formar lazos estrechos con él (Santiago 4:4). De este modo, podremos decidir con madurez si participaremos en las actividades extraescolares —como bailes y encuentros deportivos— o si asistiremos a las fiestas y comidas que se programan para los empleados.

(La Atalaya, 15/3/2006, artículo: “Cada uno llevará su propia carga de responsabilidad”, párrafos 9 y 10 )

Es cierto que uno tiene que saber escoger sus amistades, pero limitar la amistad que podemos compartir, al reducirla solo para miembros de un grupo religioso, es algo que no nos hará progresar como personas. Note que los líderes de los Testigos de Jehová les dicen a sus seguidores que ni siquiera una persona de buenos principios puede ser amigo de uno si no adora a Jehová. Solo una mente sectaria y fundamentalista puede pensar así. Es decir , si usted no es Testigo de Jehová, por más buena que sea su moral, ¿no podrá superar a la de uno que es miembro de esta organización jehovista? Esto muestra cláramente el lavado cerebral irracional y egoista que promueve la lideranza de esta religión, a fin de que crean que su dios Jehová los condenará como desleales si tienen amistades “mundanas”, porque ellos son el único pueblo santo.

Los niños que son obligados a ser testigos de Jehová por sus padres, sufren una gran frustración al no poder jugar y divertirse con otros niños que no son de su religión. Esto ya de por sí les crea enemistades y burlas en sus escuelas. Los testigos de Jehová no pueden participar en una celebración de cumpleaños, y en su literatura esto lo justifican así:

¿Se presentan bajo un aspecto favorable las celebraciones de cumpleaños que se mencionan en la Biblia? La Biblia hace referencia a solo dos de tales celebraciones:

Gén. 40:20-22: “Ahora bien, al tercer día resultó que era el cumpleaños de Faraón, y él procedió a hacer un banquete […] Por consiguiente, volvió al jefe de los coperos a su puesto de copero […] Pero al jefe de los panaderos lo colgó.”

Mat. 14:6-10: “Cuando se celebraba el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó en la función, y tanto agradó a Herodes que él prometió con juramento darle cualquier cosa que pidiese. Entonces ella, aleccionada de antemano por su madre, dijo: ‘Dame aquí en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista.’ […] [Él] envió e hizo decapitar a Juan en la prisión.”

(Razonamiento, Tema: Cumpleaños, página 96, publicado por la Sociedad Watchtower)

Los testigos de Jehová no celebran cumpleaños debido a que dichas celebraciones centran demasiada atención en la persona y los únicos cumpleaños mencionados en la Biblia eran de gobernantes que no servían a Dios (Génesis 40:20; Mateo 14:6-10). (La Atalaya, 15/11/2003, Preguntas de los lectores, página 27)

Note el razonamiento absurdo para justificar esta prohibición. Se prohibe el cumpleaños porque el que lo celebra se está adorando a sí mismo, y sólo Jehová puede ser adorado. Se prohibe porque la Biblia menciona que Juan el bautista fue decapitado en un cumpleaños. ¿Acaso en un cumpleaños tenemos que decapitar a alguien?. Este argumento es más que ridículo.

Esto significa que si un niño, que es testigo de Jehová, es invitado por un niño mundano a su fiesta de cumpleaños, el testigo no podrá ir, porque sus padres que también son de esta religión, no lo permitirán. Y si sus padres lo permitieran, y esto llegara a oídos de su congregación, serán sancionados y vistos como apóstatas. No solo se les prohibe los cumpleaños, sino toda fiesta de otra religión o celebración patriótica:

“Regulación mental” también incluye instrucción formal de la Palabra de Dios. Como en el caso de Timoteo, esa instrucción debe empezar “desde la infancia”. (2 Timoteo 3:15.) Tal enseñanza a tierna edad fortalece a los hijos para enfrentarse con las pruebas a que se verá sometida su fe durante los años escolares: celebraciones de cumpleaños, ceremonias patrióticas o días de fiesta religiosos. Si el niño no está preparado para afrontar esas pruebas, su fe pudiera sucumbir. Así que aprovéchese de las publicaciones que la Sociedad Watch Tower ha preparado para los niños, como los libros Escuchando al Gran Maestro y Mi libro de historias bíblicas.
(La Atalaya, 15/10/1992, artículo: “Su familia: esfuércese por conservarla para que entre en el nuevo mundo de Dios”, párrafo 13)

Note que si usted es testigo de Jehová y deja que sus hijos no pasen en la escuela estas pruebas de lealtad a Jehová, usted y su familia no pasarán vivos al nuevo mundo de Dios. Su hijo no podrá cantar el himno nacional en la escuela, no puede marchar en el día nacional de su país, ni participar en ninguna ceremonia patriótica. Si usted hace esto, La Sociedad Watchtower lo considerará un apóstata que no merece ni el saludo.

La Sociedad Watchtower les ha preparado a los niños ciertos argumentos para que sepan justificar porqué no celebran ciertas fiestas. Por ejemplo, en el caso de los cumpleaños leamos qué recomendaciones les da en el artículo “¿qué responderían sus hijos?” de la Atalaya del 15 de Diciembre del 2010:

Tomemos por ejemplo lo que le pasó a Minhee, de 11 años. Cuando una amiga de la escuela la invitó a su cumpleaños, le contestó: “La Biblia no nos manda celebrar nuestro cumpleaños. ¿Y sabes qué? Dice que a Juan el Bautista lo mataron en una de esas fiestas”. El problema con esa respuesta fue que la niña no la entendió.

Vea que la respuesta de la niña estaba de acuerdo con lo que enseña su religión, pero como los líderes de los Testigos de Jehová saben que el argumento suena absurdo, más adelante el artículo les da un ejemplo de cómo deben responder de una manera más hipócrita y engañosa:

Melisa: Hola, Julio. ¿Quieres venir a mi fiesta?

Julio: Gracias por invitarme. Pero ¿qué vas a festejar?

Melisa: Mi “cumple”.

Julio: Muchas gracias. Lo que pasa es que yo no celebro cumpleaños.

Melisa: ¿Y eso por qué? Todo el mundo lo hace. Mis papás se pusieron muy contentos el día que yo nací.

Julio: Y los míos también. Pero no hacemos una fiesta ese día. A veces, el que cumple años se cree la persona más importante del mundo. Pero el más importante es Dios, ¿no te parece? ¿Y no crees que debemos darle las gracias por la vida?

Melisa: Pero ¿qué quieres decir? ¿Que no debo hacer una fiesta de cumpleaños?

Julio: Bueno, eso lo tienes que decidir tú. Tú sabes que a muchos les gusta recibir regalos de cumpleaños, pero la Biblia dice que hay más felicidad en dar que en recibir. Para mí es mucho más importante que cualquier regalo darle las gracias a Dios y ayudar a los demás.

Melisa: Nunca había pensado en eso. ¿Entonces tus papás nunca te dan regalos?

Julio: ¡Claro que me los dan! Pero no esperan a que llegue mi cumpleaños. Me los dan siempre que quieren. Ahora, ¿sabes cómo empezaron a celebrarse los cumpleaños?

Melisa: ¿Lo sabes tú?

Julio: Bueno, mañana te cuento una historia muy interesante sobre un cumpleaños que se celebró hace muchísimo tiempo.

Vean que en ningún momento del diálogo se ha probado que la Biblia prohibe los cumpleaños. Hay buenas y malas maneras de celebrar un cumpleaños, pero hay muchas personas que celebran su cumpleaños y no por eso creen que son más importantes que Dios. Sin embargo, la verdad es que los testigos de Jehová tienen prohibido celebrarlo porque tienen que mantenerse sometidos a los caprichos paranoicos de sus líderes. Inculcarle a un niño que no entrará en el reino de Dios si celebra cumpleaños no es una enseñanza saludable, es insultar la inteligencia humana.

Fuente: jehovismo.com
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