La exclusión de nuestro país de las pruebas PISA 2015 no hace más que reiterar por milésima vez lo que ya todos, con dolor, asumimos durante los doce años que duró el período más negro de nuestra democracia: En su larga cadena de destrucción, el Kirchnerismo también condujo hacia el abismo en materia educativa, y no solo en lo edilicio, a todo aquel que entraba en un aula. Lo particular es que la Ciudad de Buenos Aires, con Mauricio Macri al frente el año pasado, participó con muestra propia y su calificación fue tan buena que superó incluso al país mejor ubicado de Latinoamérica. ¿Qué tiene de particular?... Bueno, ¿No decían que Macri venía a destruir la educación?
Este martes se dieron a conocer los resultados de las pruebas PISA (Programme for International Student Assessment, por su sigla en inglés) que realiza la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) cada tres años y que incluyen un total de 72 países y regiones, con excepción de la Argentina que fue excluida debido a irregularidades detectadas en el proceso.
A las 9.30, se dará una conferencia de prensa en la Casa Rosada para referirse a los resultados de esta prueba que se tomó a 6349 alumnos de 15 años y que fue descartada por la OCDE debido a que "la muestra de la Argentina no cubría la población objetivo, debido a la potencial omisión de escuelas del marco muestral". Esto indicaría que el listado de escuelas participantes fue modificado con respecto al de ediciones anteriores para que los resultados favorezcan al país, una movida que fue detectada y significó la exclusión del mismo del listado.
"En Argentina, la prueba PISA fue implementada de acuerdo con los estándares operativos y las guías de la OCDE. Sin embargo, hubo una disminución significativa en la proporción de estudiantes de 15 años abarcados por la evaluación, tanto en términos absolutos como relativos (...) Hubo una reestructuración de las escuelas secundarias en Argentina, lo que probablemente afectó la selección de escuelas listadas en el marco muestral", indica el informe en el párrafo que explica la exclusión del país en el informe de los resultados, en referencia a la desaparición del EGB (que incluía del 7mo al 9no grado) y el Polimodal que se fusionaron en una sola escuela secundaria que va de 1° a 5° o 6° año depende de las provincias.
Sí aparece en el listado la ciudad de Buenos Aires, que participó –al igual que en 2012- con una muestra propia y quedó ubicada en el puesto 38 y superó así al mejor país de Latinoamérica, Chile, que ocupa el puesto 44 y se ubica a la cabeza de la región, seguido por Uruguay, Costa Rica, Colombia, México, Brasil, Perú y República Dominicana, que participó de la prueba por primera vez y quedó en último puesto (70).
La evaluación tiene como objetivo medir de manera comparada los sistemas educativos de los países utilizando como instrumento principal una prueba en la que los estudiantes de 15 años deben resolver problemas de matemática, lengua y ciencias.
PISA no evalúa los conocimientos de los estudiantes en sentido estricto sino su capacidad para solucionar ciertos ejercicios con la aplicación de esos conocimientos. A diferencia de otras evaluaciones como el Terce, de Unesco, o las pruebas del Ministerio de Educación de la Nación, que ponen el foco en la evaluación de los aprendizajes tomando como referencia los diseños curriculares, las PISA miden competencias globales que se supone deben manejar los jóvenes luego de su paso por la escolaridad obligatoria.
El aspecto que se ha vuelto más sustantivo de la prueba es la difusión masiva de resultados a través de un ranking replicado en medios de prensa y redes sociales que se construye a partir de los puntajes obtenidos por los estudiantes de cada país.
En promedio, los estudiantes de la OCDE obtienen 500 puntos. En esta escala, los conocimientos recibidos en cada año de escolaridad deberían equivaler a 41 puntos. Es decir, en promedio, los adolescentes evaluados en las PISA habrían recibido conocimientos correspondientes a 12 años de escolaridad.
La Argentina se ubica, en todas las mediciones y disciplinas, un poco por debajo de las 400 unidades, casi "dos años y medio menos de conocimientos" respecto del promedio. La evolución del puntaje de nuestro país muestra un descenso entre 2000 y 2006 (en 2003 el país no participó debido a la crisis desatada en 2001) y una recuperación en 2009 que no alcanzó a igualar el puntaje del año 2000; en tanto que en 2012 se mantuvieron los resultados alcanzados en 2009.
Fuente: Diario Popular
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